Traducción y prólogo de Cristian Crusat.
WunderKammer. Septiembre de 2021.
Transformista, queer, dinamitadora de todo tipo de géneros, fotógrafa, escritora. Revolucionaria. Claude Cahun se avanzó en las primeras décadas del siglo XX a todas las artistas que hoy ponen en juego su propio cuerpo para exponer una identidad cambiante y fragmentaria. Confesiones inconfesas (1930) es su réplica a las confesiones literarias tradicionales: collage de textos, yuxtaposición de fogonazos literarios, sueños, aforismos, tentaciones incestuosas, reflexiones sobre el acto de escritura o el sexual, trampantojos semánticos, arritmias del género gramatical, diálogos imaginarios entablados con las sombras escapadas de la mente de la autora, proclamas libertarias… Cahun deconstruye así su yo en esta autoficción avant la lettre para ofrecérnoslo escindido en múltiples destellos. Ilustrada con los fotomontajes realizados en colaboración con su pareja, Suzanne Malherbe (Moore), esta obra total refleja como ninguna otra la aventura invisible de la artista.
«En este cuidado libro se mezcla una selección de sus clásicas imágenes (heliogramas), algunas de las cuales podemos calificar como poemas visuales, y unos indefinibles (en el mejor sentido de la palabra) textos que trascienden cualquier movimiento o vanguardia: de la prosa lírica al aforismo. Complejos de definir y deliciosos de leer. Por ello tiene especial valor el trabajo del traductor, Cristian Crusat, quien también ha sido responsable de la edición y autor del prólogo (“La heroína de las mil caras”).» Laura Revuelta, ABC (España)
«El libro editado por WunderKammer bajo el cuidado y traducción de Cristian Crusat, a partir del texto fijado por François Leperlier, es una de las obras clave de la vanguardia, más concretamente del surrealismo, y que se puede poner a un mismo nivel, por ejemplo, que Nadja de André Breton o Vida secreta de Salvador Dalí. Pese a que su primer «ismo» fue el simbolismo, su trabajo apareció en el mismo año en el que Breton dio a conocer el Manifiesto del surrealismo.» Víctor Fernández, La Razón (España)
«La distinción inicial de la autora más transgresora y compleja del surrealismo (la única, en verdad, pues Lee Miller nunca deseó esa etiqueta y Dora Maar tuvo una carrera, digamos, breve) fue su carrera sin tregua entre su alma y ella misma, dos partes de una misma naturaleza, como la de un cuerpo pegado a un caparazón que se desliza por una página en blanco y donde el me/moi es la máscara, un inventario mudable, una mise-en-scène de soi -incluso si ese soi ya es libre- humillado ante lo que no puede saberse. El yo violado por el alma una y otra vez en nombre del arte y su claudicación final frente al espejo: “Me veo, luego existo”.» Ángela Molina, El País (España)
«La escritura de Cahun es pura imagen; leerla es penetrar con más fuerza si cabe en su universo fotográfico. Imagen y palabra se retroalimentan en un constante ejercicio de écfrasis: la palabra dice la imagen y la imagen proyecta la palabra. Inclasificable, Claude Cahun es un universo aparte, complejo y fascinante al que una solo puede adentrarse dejando atrás todo lo preconcebido, abierta a una exploración del cuerpo en todas sus posibles dimensiones.» Anna María Iglesia, Jot Down (España)